La Consejera de Medio Ambiente acaba recientemente de firmar la nueva orden de vedas de pesca para el año 2011. Esta orden de vedas va a permitir la pesca en la región salmonícola superior del 1 de mayo al 30 de junio con un método de gestión que va a limitar el acceso de los pescadores al río y que solo contempla pesca extractiva.
Los peores augurios se han confirmado, la normativa de pesca que se nos presentó en Noviembre y que nos sorprendió a todos por basarse en cuotas de extracción exactamente igual que la pesca comercial de la anchoa del Cantábrico, acaba de publicarse en el Boletín Oficial de Navarra y ya es definitiva.
Si quieres acceder al texto del B.O.N donde aparece la normativa de pesca, haz clic aquí.
El Gobierno de Navarra ha instaurado para la pesca recreativa en 2011 un método novedoso para que la gestión sea en teoría sostenible después de haber vedado la pesca de la trucha durante 3 años para favorecer la recuperación.
Dicho método de gestión sostenible podía haber sido una muy buena idea ya que pretende controlar el número de pescadores que puede acudir al río por medio de una aplicación informática (o telefónicamente) de expedición de permisos de pesca. Sin embargo lo único que va a hacer es limitar enormemente el ejercicio de la pesca recreativa permitiendo ir a pescar una vez al año o a lo sumo dos veces a cada pescador cuando había otras herramientas que hubiesen permitido el acceso controlado al río y el disfrute de la pesca recreativa sin comprometer las poblaciones de truchas.
Si quieres acceder a la aplicación de expedición de permisos de pesca así como a su funcionamiento, haz clic aquí.
Por ello, el sistema que se acaba de instaurar solo contempla la pesca extractiva y desprecia la pesca en régimen sin muerte como modelo de gestión siendo esta última el método de gestión que mejor compatibiliza afición y conservación.
Así, la normativa que acaba de aprobarse contempla que de los 2730 km de aguas trucheras en Navarra, solo 21.4 km (el 0.8%) estará dedicado a la pesca sin muerte, el 69% estará dedicado a la pesca extractiva y el 30% permanecerá vedado.
Se van a repartir 28000 permisos con un cupo de sacrificio de 3 truchas entre más de 23000 pescadores y además el 20% de esos permisos estará reservado a los pescadores ribereños los cuales van a tener más derechos que los demás. La normativa permitirá por lo tanto sacrificar más de 80000 truchas salvajes autóctonas.
Lo que no ha llegado a comprender la administración Navarra, con la Consejera Sanzberro al frente, es que los pescadores lo único que queremos es pescar; matar las truchas o no hacerlo es una cuestión de responsabilidad personal, pero la propia administración debiera haber contribuido a construir hacia esa responsabilidad personal ayudando a convertirnos en pescadores más responsables.
Nuestra administración carece de dicha responsabilidad y no comprende la oportunidad que se ha perdido no solo para que la gestión de la pesca en Navarra fuese más sostenible, sino sobre todo más justa con los pescadores.
La propuesta de normativa de pesca para 2011 que se hizo desde ANAPAM y AEMS-Ríos con Vida de Navarra no pretendía imponer la pesca sin muerte a todo el colectivo de pescadores, ya que solo pedía aumentar esos 21.4 km de tramos en régimen sin muerte resultantes a 42.2 km, incluyendo tramos en cada una de las 6 subcuencas que se van a poder pescar en 2011.
La Consejera de Medio Ambiente, Doña Begoña Sanzberro, engañó a los colectivos de pescadores conservacionistas ya que durante la veda nos manifestó en repetidas ocasiones que la pesca sin muerte era el futuro. Nosotros la apoyamos en la veda, la apoyamos en el sistema de control de acceso de los pescadores al río y ella ha salido orgullosa despreciando la pesca sin muerte y cediendo un 0.8% de tramos de río para escenarios de pesca no extractiva para así evitar enfrentarse a los “tarugos” de su precioso valle, como ella misma delante nuestra los ha llegado a calificar.
La propia Consejera de Medio Ambiente hizo suyas el pasado mes de Noviembre en la Comisión Asesora de Pesca, sorprendiendo a todos, unas palabras provenientes de pescadores tradicionales: “Pescadores conservacionistas, todas las zonas en las que se permite pescar son sin muerte, nadie os va a obligar a llevaros las truchas a casa”. Siendo está una de las afirmaciones más baratas que se pueden escuchar, es como si a los ecologistas que van a observar la emigración de aves a Lindux se les colocase en una palomera repleta de cazadores ávidos de disparar a las aves, exactamente igual es colocar a los pescadores que devolvemos las truchas en los mismos escenarios que a los pescadores tradicionales.
Los pescadores conservacionistas no nos merecemos esto, hemos sido, somos y seremos los pescadores más concienciados, hemos sido, somos y seremos los pescadores que mejor aceptan las restricciones, hemos sido, somos y seremos los pescadores que más luchan por conseguir unos ríos con vida y hemos sido, somos y seguiremos siendo vapuleados, insultados, amenazados y expulsados de los ríos a pedradas como siempre ha ocurrido por parte del colectivo de pescadores tradicionales más radical, ya que habremos de compartir con ellos los mismos escenarios de pesca que previamente estos ya hayan arrasado.